(Diario del heredero de una fortuna inmensa) Paranoias, escritos, pensamientos, música, dibujos de una persona en lucha contra sus demonios internos , pero ¡soy un ángel y artista! Obras inéditas del autor. (Ya hemos ganado)¿Si las lágrimas hablaran qué dirían?
jueves, 27 de abril de 2006
El lado oscuro de la luna
Hay muchas formas de dar golpes
sin dejar marcas
hay muchas formas de ver
sin mirar
Ante la perspectiva de entregarle a su padre una nueva ristra de suspensos, Juan "el murciélago" se escapa de casa y entra en el lado oscuro de la ciudad, que es como el lado oscuro de la luna: aunque no se ve está siempre ahí, cercano y lejano a la vez, lleno de misterio, peligro, soledad y .... amigos.
El lado oscuro de la luna
aquel extraño lugar
donde se encuentran los gatitos
donde se pierden las horas del reloj
las sombras son las dueñas de las calles
hacen fiestas de carnaval
las bandidos, los borrachos hacen su hogar
en los bares hasta el amanecer ...
Escribo para no morirme de soledad
decía Elio April:
«Yo no quiero vivir en este mundo / que cotiza la verdad de la poesía /que revende la paz de los amantes / que exporta los silbos de los vientos /quiero vivir en un mundo / donde la última moneda sea sencillamente nada.»(Elio Aprile)
Los poetas nunca están en soledad, la viven, hablan con ella como si fuera su amor secreto y la toman en sus brazos y se entregan?
Claro que si, Todo es vida, todo es vida, en esta inmensa soledad.
Se desnudan nubes que lanzan dardos de agua por los rincones del mundo; atraviesan la médula de mis huesos, sus armoniosas cadencias.
Solo. Sólo rescoldos del fuego de mi vida, sólo rescoldos.
A tientas, arribo al puerto de mis sueños tras subir las escalas del trinquete y estoy más cerca del cielo.
¡¡ MÁS CERCA DEL CIELO!!
Siempre me gustarón los barcos ..... los galeones...
Los galeones aparecieron en la mitad del siglo XVI en la Armada Invencible. Durante casi 150 años fueron los barcos de guerra por excelencia. Sus tres niveles de cubierta, la riqueza de su equipamiento y su aspecto imponente y robusto hacen del San Francisco II un modelo verdaderamente espléndido.
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