en el columpio de los sentidos, en la silla de un porche de madera
bajo un sauce llorón, ataud de penas y glorias
llena de muecas diversas, lágrimas negras
serenidad pasmosa, sosiego eterno.
Allí me quedaría escuchando el sonido del viento
como caen las hojas, como los caminos se esconden
y en la penumbra, gritaré gritaré
Bajo un ataud de penas y glorias
me repliego como esporas
no quiero condenas, no quiero ser tú sombra
no quiero recetas, no quiero delirios, no no no
caminaré buscando el punto dónde se junta el sol con el mar
dónde desaparezco al mirar en un segundo
quiero teletransportarme
vagar por el espacio exterior
no quiero quedarme aquí
y ver como dejas de existir.
Me guío por el instinto
no necesito más que 5 segundos para decirte
que las calles son abismos sin ti
que me levanto sin ti
que no estoy allí
pero estas aquí
que los senderos llevan mis pies al ocaso
y que por dónde piso arraso con todo
menos contigo.
Porque tú me dices,
porque tú me contemplas,
porque no me olvidas
porque me esperas
porque te vas
porque regresas
porque somos como somos,
y seguiremos siendo
los mejores amigos
que jamás morirán
dejaremos un rastro al pasar.
Bajo un ataud de penas y glorias
descanso en los brazos del consuelo
del silencio de mi mismo
para decirte estas líneas
que espero te digan algo más que a mi.
Bajo un ataud de penas y glorias
prefiero morir contigo al lado, atado a mi
por si me pierdo, por si la noche me invade
me agarraré a ti y no te soltaré
no dejaré que te lleven las manos tenebrosas
me quedaré contigo hasta la aurora
que tú eres mi lamento
no despertaré jamás
no despertaré jamás
bajo un ataud de penas y glorias.
PD: contigo siempre estaré mi amor.
Con este poema participo en el primer Concurso de Poesía de Heptagrama