Desde el silencio de la noche

Desde el silencio de la noche
Desde cada palpitar
Me encandilo con las imágenes del recuerdo
Miro tus fotos y pienso
Algún día será ese día
Algún día estaremos juntos.

Y me siento en el borde
De mis propias ideas
Y hablo con la memoria de mis ojos
Que nunca te vieron
Y le doy besos al viento
Que separa mis labios
Para así poderte besar.

Desde el silencio de la noche
Escribo cada segundo de vida
Y relato mi historia
Cada anochecer, cada atardecer
En mis viajes, en la locura de mis miedos
En el temblor de mi piel
En el conjuro de mis alucinaciones
Al no tenerte a mi lado.

Y hablo de día y de noche
Con mis propias palabras
Y me respondo y me pregunto
¿dónde está mi vida?
Y me retuerzo, me abrazo a mi almohada
Sonrío, porque tú me acompañas
Lloro, porque tú me proteges
De las telarañas que hay en mi
De las brujas de mi niñez
De la pérdida de mi sombra
De la tensión de mis manos.

Cierro los ojos e imagino
Tú figura difusa
Miro por la ventana
Y me escapo
al borde de tú mirada
y veo las olas del mar
las gaviotas volar
aquella manta en la arena
y una dama serena
oigo una llamada
bajo la escalera y allí estas
allí estoy.

Desde el silencio de la noche
Me enamoro de ti
Recorro cada palmo de tu sonrisa
Habito entre los pliegues de tu camisa
Danzo por la lágrima de tu mejilla.

Soy el hilo que cose tus heridas
Dónde te refugias del dolor
Dónde duermes cuando tienes miedo
Dónde estas acompañado
Dónde no hace falta que digas nada
Porque yo lo se, y no te juzgo por ello.

Siempre cuidaré de ti
Siempre estaré contigo
Siempre serás el cariño mío
Siempre, siempre amor mío.