En el horizonte aquel
no veo nada mas que bruma,
y me degrado con el dedo
hasta que desaparezco.
Con la poca fuerza que me queda,
después de tanto,
y de nada al mismo tiempo,
ya sólo me queda
ser un vagabundo sin estrella.
Pd: ya me vengaré de todo. Por mucho que quitéis las estatuas no vais a borrar la historia. (El Conde de Monte Cristo a mi lado no es nadie).
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