La historia de una promesa eterna,
dejando a un lado la visión,
me confieso atraído por la búsqueda,
de aquel recuerdo feliz primigenio.
Un mirador hacia las maravillas,
nada que demostrar,
la experiencia en primera persona,
una gran historia, es algo personal.
Realidades invisibles,
un cometa que se extiende,
mágico, hacía el infinito,
un viaje en el tiempo.
La curiosa profecía,
de una aventura en iglú,
con las emociones hiperactivas,
de las fronteras utilizadas para separar "pensares",
el dinero, no lo cura todo,
es una antigua inscripción en la memoria.
¿Salvaré yo el planeta?
pescando contra la enajenación,
en el fondo soy un recolector de conchas,
sólo voy tiñendo de verde,
lo que ya está escrito.
Cuando el Manatí me sonríe,
dejo de ser una ola,
que sobrevivió en el mar,
lo que me atrae es la forma sensual,
un instante en el paraíso.
Desde siempre quise ver,
los paisajes ideales para mi,
lleno de coordenadas,
rampas que serpentean,
en el edén que yo le prometí,
a mis pies, para celebrar mi paso por las nubes.
Como el águila filipina en expedición,
así me siento yo,
viendo el árbol de sangre de dragón,
siendo como mi anterior primate,
que sentado me observa, a la sombra de una sequoya enorme,
mientras el abecedario de estrellas,
que lee el pensamiento,
me hacen perder la noción del tiempo.
Muchas motivaciones, para un sólo camino,
como un tigre de bengala,
entre los manglares,
deambulo desgarrado con mis arterias,
a merced de las mareas,
una forma de ganarse la vida.
Como una estrella de cine,
como un sputnik,
con una retorcida carga biológica,
menos mal que tengo mi oráculo,
para representar el drama,
sólo quiero salvar mis ideas,
antes de ir a la "piltra".
Tengo derecho a vivir en mi orfanato,
de posibilidades,
mientras los espíritus, resuelven problemas,
de macaco colgándose de una lámpara circular.
Formaremos una asamblea,
haciendo danzas con el radar,
mientras investigo el secreto de las parejas,
con reflejos de impactos,
la culpa es siempre del más alto, dicen,
los días lluviosos ayudan a pensar mejor,
mientras me crionizo en la habitacíón,
ternura no me falta,
debo de estar en el lago de los cisnes,
con sus costes y beneficios,
cuando empiezan a hacer gimnasia rítmica,
me pongo las gafas de sol,
me gusta la intimidad.
¿Podemos controlar las emociones?
son como coches de Fórmula 1,
a la derecha me está tentando un camello,
con sus labios, creo que voy a dar a luz,
hipnotizada, tantas tentaciones..
Amistades muy íntimas,
que saquean mi imperio,
de sueños rotos,
siendo una mariposa cósmica con tutú,
rediseñando colores,
entre el sueño y la realidad,
está el secreto de la variedad.
Qué serenidad me inspiras,
en un mágico instante,
sinfonías para mi,
en la isla de los tormentos.
Entre el sueño y la realidad,
está el secreto de la variedad.
Pd: en busca de la supersemilla. La maravillosa fuerza de la adhesión.
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