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viernes, 30 de diciembre de 2011

La desatención

Cuantas palabras tengo guardadas en la memoria,
cuantas veces nadie me ayudó,
cuanta humillación tuve que soportar,
entre las manos de mis amigos,
los que más me amaban.

Me olvidaron tan fácilmente,
como si fuera una multa de tráfico,
que nunca intentaron pagar,
nadie dio la cara por mi,
me dejaron en una esquina,
con dos costillas rotas,
y sangre en las heridas.

Pasé años en coma,
cuando desperté de mi largo sueño,
creí que era otra persona,
ya nada tenía sentido.

Vi todo pasar delante de mis ojos,
vi morir el mundo y volver a nacer dos veces,
me atormentaban las noches, una detrás de otra,
no quería dormir,
no podía dormir,
sólo tenía pesadillas,
no quería despertar más,
no quería despertar más.

Me retorcieron como si fuera un regaliz,
no necesitaba tantas atenciones..
me bastaba con la nada..
entonces estuve mucho tiempo hablando con el vacío,
me contaba lo depravadas que eran las mentes,
de los supuestamente cuerdos, en el mundo real,
simplemente subeníres de otros tiempos,
¿quién iba ha querer tales reliquias?

Las voces gritaban:
destruirlo, destruirlo,
apenas podía oír,
se me metían todas las lágrimas,
en mis oídos, con lo que me dolía el cuerpo.

Todo me daba vueltas, una y otra vez,
no quería pensar,
todo me daba vueltas, una y otra vez,
no quería estar.

Hasta que desaparecí, volando,
dejando atrás todo lo que nunca quise tener,
mi vida, mi muerte,
y la herencia genética.

Encontré a mi padre perdido,
buscando mi cordón umbilical,
mientras me abandonaban en la autopista,
del área 51,
¿qué sería la vida sin aventuras?.

PD: la desatención puede matarte.
A los culpables nunca se les acusa, ¿cómo te vas a creer tales mentiras? Si los que son, están protegidos por los santos hombres de buena voluntad ... ¿qué niegan lo que saben ciertamente? 

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