Ese era el precio,
me preparé para la aventura,
no conseguí cerrar a tiempo las puertas,
y seguí durmiendo.
Cuando desperté,
había otros juguetes en la mesa,
estaba en mi castillo,
una idea de lo más seductora.
Como señal de diversión,
empecé a subir por las paredes,
nadie me enseñó,
de repente lo vi claro.
Esa fue la única muestra de felicidad,
en medio del basto mar,
estoy agradecido a los golpes de la vida,
me hicieron sabio.
Inclinado y consumido por el fuego,
llegué a mi destino,
volver a mi hogar,
a mi barco.
Soy el último superviviente del clan,
el heredero que el tiempo no borró,
el vestido de luto,
el miserable propósito del pésame.
Más pálido que una vela,
por mi alergia a las masas,
en un rincón gris,
preocupado por mi consumición.
Prometí regresar,
pero ya no había nadie,
a causa del miedo,
¿es segura mi vida?
¿son seguros los pasillos?
un puente emergió del mar,
y una luz resplandeciente apareció,
me contestó: deseaba oír historias.
Tal vez sea lo mejor,
el fuego purifica, igual que Dios,
juntos habían corrido por esos pasillos,
tan llenos de sombras,
en tardes lluviosas.
Te recuerdo en el jardín,
en aquel columpio,
en aquel balancín,
con tu osito,
con aquellos ojos brillantes,
vengo a entregarte las llaves de mi reino,
soy aquel del que hablan en susurros,
el hechizado,
el de los ojos helados de duda y dolor,
que canta baladas para antiguas leyendas.
Hay algo parecido a odio por mi,
el mal había adoptado esa forma,
-son sólo maleza
-son sólo maleza
creen que estoy embrujado,
como si me hubieran liberado,
de su propio odio y maldad,
esos ataques invisibles de la alta nobleza,
estoy esperando la llegada de la oscuridad.
estoy esperando la llegada de la oscuridad.
Tarde o temprano te irás,
y ellos se derrumbarán,
estas destinado a reinar,
y soltar la caja de truenos,
atravesar el humbral del destierro,
y recoger tú blasón de oro.
Coro:
Ellos están incómodos
Ellos están incómodos
maldiciéndolo de nuevo
el precio por su alma
lo habrán de pagar.
Como un animal herido,
perseguido por una afición,
por un puñado de huesos y polvo,
¡Maldita sea que pago más impío!
¡Estoy harto de oíros aullar,
mientras los ángeles callan!
¡Maldita sea que pago más impío!
¡Estoy harto de oíros aullar,
mientras los ángeles callan!
No pidan compasión
¿soy la criatura vengativa?
¿soy una figura de cristal?
¿soy la depredación del mal?
No cuenten más cuentos,
es todo culpa de las alimañas.
Como un animal herido,
perseguido por una afición,
por un puñado de huesos y polvo,
¡Maldita sea que pago más impío!
¡Estoy harto de oíros aullar,
mientras los ángeles callan!
¡Maldita sea que pago más impío!
¡Estoy harto de oíros aullar,
mientras los ángeles callan!
La víctima de la plaga,
disparando el revolver a mi mismo,
sujetado por la piel de los muertos,
¡No soy un cadáver sanguijuelas!
¡No soy la diana de vuestras hachas de guerra!
¡Maldita sea que pago más impío!
¡Estoy harto de oíros aullar,
mientras los ángeles callan!
Soy el niño de los ojos de cristal,
puedo adivinar el futuro, puedo ver más,
soy el único superviviente,
de su malevolencia.
Soy el sentimiento que te guía,
la melodía del mal,
el silencio de los que suspiran,
el hilo de las capas de seda negra,
el horizonte solar,
la luna, las estrellas, el resplandor,
el viento imperceptible,
la fosforescencia espectral.
Soy el niño de los ojos de cristal,
puedo adivinar el futuro, puedo ver más,
soy el único superviviente,
de su malevolencia.
Soy el sentimiento que te guía,
la melodía del mal,
el silencio de los que suspiran,
el hilo de las capas de seda negra,
el horizonte solar,
la luna, las estrellas, el resplandor,
el viento imperceptible,
la fosforescencia espectral.
La pintura original,
la voz, la voz de tú infancia,
las molduras de papel,
los brazos que te guardan,
el depredador de la sonrisa eterna,
que avanza sin remedio,
la criatura de los zapatos brillantes,
que crea juegos de luces,
ese soy yo,
¡el depredador de la sonrisa eterna!
¡el depredador de la sonrisa eterna!
Que escupió la última lágrima y lavó tus ojos
el pescador del estanque,
el santuario de los árboles y flores volantes,
el ave de las plumas de colores,
el observador de tu miseria,
el rey de los sueños,
el bienvenido,
el dueño del espejo,
en el que no te quieres mirar,
porque eres un monstruo nada más.
Soy el niño de los ojos de cristal,
puedo adivinar el futuro, puedo ver más,
soy el único superviviente,
de su malevolencia.
¡Maldita sea que pago más impío!
¡Estoy harto de oíros aullar,
mientras los ángeles callan!
La pintura original,
la voz, la voz de tú infancia,
las molduras de papel,
los brazos que te guardan,
el depredador de la sonrisa eterna,
que avanza sin remedio,
la criatura de los zapatos brillantes,
que crea juegos de luces,
ese soy yo,
¡el depredador de la sonrisa eterna!
¡el depredador de la sonrisa eterna!
Que escupió la última lágrima y lavó tus ojos
el pescador del estanque,
el santuario de los árboles y flores volantes,
el ave de las plumas de colores,
el observador de tu miseria,
el rey de los sueños,
el bienvenido,
el dueño del espejo,
en el que no te quieres mirar,
porque eres un monstruo nada más.
¡el depredador de la sonrisa eterna!
¡el depredador de la sonrisa eterna!
Nunca me vas a ganar.
porque eres un monstruo nada más.
PD: ahora vas y lo repites.