Vida de una leyenda

Me pregunto cual será la edad de los imperios,
tiempo de silencio,
besos robados,
antes del sueño,
¡pásate al enemigo!,
le gritan los esclavos,
lo de siempre, lo de siempre.

En el oscuro camino de la realidad,
bañada por fantasmas del pasado,
que en el futuro serán mis nietos,
si la historia, se convierte en leyenda.

Soy milimetrado,
como una cuadricula de rayas finas,
que se juntan y se separan,
mientras me pincha un compás,
y dibuja circulitos.

¿Cómo es posible tanta precisión?
A veces creo que me persiguen
mientras navego en el cuaderno de bitácora,
del capitán, y busco las coordenadas,
de mapas sin nombre,
y la brújula da vueltas sin parar.

Nos acercamos, nos acercamos,
mi capitán,
no se a donde vamos,
pero nos acercamos a las cataratas de Iguazú,
¡revélate de los límites y disuélvete en la nada!
no tengas miedo soy anfibio,
me hago a todo.

Pareces una máquina tragaperras,
te echan una moneda,
y se te encienden los ojos,
que placer sudar contigo,
mientras nos perdemos.

Cuantas palabras no te diría,
mientras pesco en mi barquita,
para que oigas lo que nunca quise decir,
la perfección hecha calamidad.

Nado a lomos de un delfín,
buscando profecías,
cuida de mi doblón mi capitán,
te abrirá todas las puertas,
es un arma poderosa.

Te guiará a través de las olas,
como un surfista tenebroso,
bailarás a mi voluntad,
imagína que podría hacer.

Baladas,
dile al viento que te cante baladas,
sacadas del cajón desastre,
perfumado de las nubes,
¡Aquí comienza la gran aventura!.

Busca Ron de Santa Teresa,
cuidado capitán,
¿Quién crees que aguantará más?
no quiero que seas un recuerdo,
seguro que conseguiste verle la cara a algún imbécil,
yo que siempre me preocupé por la naturaleza,
la canción de este momento,
¿estarías dispuesto a dejarles?
recuerda,
todas las cuerdas se pueden cambiar,
si no afinas bien, mi capitán
el mundo no puede sonar bonito.

Si todo va mal,
iré a recogerte
con mi velero Bergantín,
va a cien por hora,
sólo tienes que lanzar una vengala.

Recuerda,
todo lo que sube, baja.